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Audición nº 26: Danza del Hada de Azúcar. Cascanueces. (Tchaicovsky)


El sueño de Clara.

La historia comienza con una fiesta, en la víspera de Navidad, en casa de los padres de Clara. Drosselmeyer
es uno de los invitados a la fiesta y le trae varios regalos a su ahijada, entre ellos un cascanueces con forma de Soldado.

Clara se duerme con su cascanueces y sueña que toda la casa se hace muy grande y el árbol de Navidad y los juguetes crecen y éstos toman vida.


Aparecen entonces los ratones con su rey que pelean contra los soldados de plomo y el Cascanueces que también ha crecido.


En la Nochebuena María recibe entre sus regalos de Navidad un feo muñeco que no es otra cosa sino u
n cascanueces, regalo del Padrino Drosselmeier, anciano misterioso fabricante de relojes y juguetes mecánicos. A pesar de su fealdad la joven se encariña con el muñeco y lo toma bajo su protección. Cuando esa noche se queda sola, observa atónita una batalla entre un ejército de ratones, comandados por su rey (un enorme ratón de siete cabezas) y los muñecos de María junto a los soldaditos de plomo de su hermano, liderados por Cascanueces. En el transcurso de la batalla la niña ayuda a Cascanueces en su lucha con los ratones pero finalmente recibe un fuerte golpe, pierde el conocimiento y se despierta herida en su cama. Al relatar lo sucedido a su madre, ésta lo toma por un sueño. No así el Padrino Drosselmeier que, en secreto, le relata la historia del Cascanueces: éste no es otro que su sobrino Guillermo Drosselmeier, transformado en feo cascanueces por la mordedura del Rey de los ratones (en venganza por la ayuda que Guillermo prestó para liberar a una princesa de otro encantamiento). Para liberarse del maleficio cobra vida el día de Nochebuena pues cuando consiga vencer al malvado rey, el hada de las golosinas lo devolverá a su apariencia normal.

A la noche siguiente la niña baja al cuarto de los juguetes y Cascanueces le dice que gracias a su ayuda pudo vencer al Rey de los Ratones y la invita a viajar con él al reino de los dulces donde habita el Hada de las Golosinas que lo liberará de su encantamiento. A través del armario viajan por ese reino de dulces y golosinas (a los sones de un pequeño concierto) hasta llegar a la presencia del Hada.
Justo en ese momento todo se vuelve a desvanecer y María aparece de nuevo en su cama. Desesperada se levanta corriendo y descubre que el muñeco Cascanueces ya no está en su sitio. Su madre le anuncia que el padrino ha venido a verla. Este viene acompañado por su sobrino Guillermo (Cascanueces con su aspecto humano). Al verlo la niña queda tan sorprendida que no dice nada mientras el joven le da las gracias por su ayuda. Entre los jóvenes ha surgido una bonita historia de amor.

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