Los cuatro muleros



“Los cuatro muleros” es una composición tradicional de origen popular y autoría desconocida, que en 1931, años antes de la Guerra Civil española, fue recopilado por Federico García Lorca, quien lo grabó junto a Encarnación López “La Argentinita”, acompañándola al piano, para su álbum Colección de Canciones Populares Españolas. En aquella época, “La Argentinita” estaba muy vinculada a artistas y escritores de la Generación del 27, participando en sus veladas donde mezclaban lírica, música y coreografía. Para sus actuaciones solía adaptar antiguas tonadas, canciones del siglo XVIII y danzas populares. Rafael Alberti, otro gran poeta de esa generación, es quien, con Lorca también al piano, pronuncia una plática previa a cada canción de un álbum compuesto por cinco discos gramofónicos de pizarra de 25 cm. y 78 rpm con temas como, además de “Los cuatro muleros”, “Zorongo gitano”, “Anda Jaleo” o “En el Café de Chinitas”, hasta un total de diez. “La Argentinita” puso la voz, el zapateado y las castañuelas y García Lorca los arreglos y el piano, instrumento que dominaba desde muy temprana edad. Su éxito fue inmediato y desde entonces son obras claves del cancionero tradicional. De “Los cuatro muleros” se han hecho muchas versiones (Pepe Marchena, Teresa Berganza, Victoria de los Ángeles, Miguel Aceves Mejía o Ana Belén)



De los cuatro muleros 
que van al campo, 
el de la mula torda, 
moreno y alto. 



De los cuatro muleros 
que van al agua, 
el de la mula torda 
me roba el alma. 



De los cuatro muleros 
que van al río, 
el de la mula torda 
es mi marío. 



¿A qué buscas la lumbre 
la calle arriba, 
si de tu cara sale 
la brasa viva?

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