“ Amo apasionadamente la música, y porque la amo trato de liberarla de tradiciones estériles que la asfixian, ¡Es un arte libre borboteante, un arte del aire libre, un arte ilimitado como los elementos, el viento, el cielo, el mar!, Jamás debe ser encerrado" .
Claude Debussy
¡Oh, cierto castigo...!
Más el alma,
de palabras vacante y este cuerpo aturdido,
sucumben a la fiera calma del mediodía;
sin más, fuerza es dormir en el blasfemo olvido,
en la sedienta arena yaciendo, ¡pues me place
abrir la boca al astro eficaz de los vinos!
Adiós, oh par; veré la sombra en que os volvéis.
(Fragmento)
Stéphane Mallarmé, La siesta de un fauno (Égloga)
Mallarmé refiriéndose a la música compuesta por Debussy a su poema, expresó.
"Esta música prolonga la emoción de mi poema y lo adorna mas apasionadamente que el mismo color".
Y
en el año 1912, el bailarín ruso Vaslav Nijinski con el patrocinio del
empresario de ballets, Sergéi Diágilev, lo coreografió e interpretó por
primera vez en versión ballet, causando gran impresión debido a la osada
coreografía final en que se autosatisface sobre el escenario.
"Preludio para la siesta de un fauno", estableció las bases de la música impresionista e inició la etapa mas fructífera del compositor, ya que tras ella compuso las suites orquestales Nocturnos (1893-1899), El mar (1903-1905), e Imágenes (1906-1909). Compone también la Suite Bergamasque (1890-1905) famosa por contener la obra mas conocida del pianista Claro de Luna.
*.- En suma, tres obras que han dado lugar a una obra única y que figuran entre las precursoras de nuestra modernidad e hicieron confluir pintura, poesía y música.
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